La oración es una de las armas más poderosas que como cristianos podemos tener; no sólo es el medio de comunicación perfecto para estar cerca de Dios, sino que nos permite conocer su voluntad para nosotros en las diversas etapas de la vida.
La oración, para muchos cristianos, es aburrida y un formalismo que estamos obligados a seguir, pero la oración trae frescura a nuestro espíritu y nos equipa para afrontar las pruebas y diversas circunstancias que llegan en el camino.
Al momento de tomar decisiones, ser alguien que ama la oración, podría librarte de muchos ratos amargos, pues cuando oramos le damos a Dios la oportunidad de cambiar nuestros planes y le solicitamos su ayuda para decidir.
Creo que las decisiones más importantes en la vida de un cristiano deben tomarse después de un genuino tiempo de oración, o de lo contrario, viviremos siempre con la sensación de que no estamos donde deberíamos.
La oración eficaz te permitirá someter tu voluntad y tener una mejor disposición para obedecer cuando esto desafía nuestro deseo. La oración permite que seamos más maduros a la hora de actuar y nos acerca al corazón de Dios.
Por experiencia puedo decirte que las cosas más importantes que Dios tiene para decirte querrá revelártelas a ti directamente, y será por medio de la oración que aprendas a oír su voz.
Si Dios siempre tiene que usar a otros para decirte algo, es porque no estás pasando suficiente tiempo en su presencia y no has rendido tu voluntad por completo a él, mediante la oración.
Sea cual sea tu situación, ora.
"Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos". Efesios 6:18
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