“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.” (Hechos 2:1-4)
En el Día de Pentecostés, recordamos y celebramos el descenso del Espíritu Santo sobre los apóstoles y la iglesia primitiva. Es un día de gran significado y poder espiritual. Ese día TODOS fueron llenos del Espíritu Santo. La promesa del Espíritu Santo es impartida a la Iglesia, no para ser llenos, sino, para ser empoderados y llevar el evangelio hasta lo último de la tierra.
Quiero hacerles una breve introducción a las siete fiestas importantes, de las cuales nos habla la Biblia:
1) El grupo de las primeras cuatro fiestas se relacionan con la obra de Jesús en Su primera venida, en Su ministerio terrenal.
a. La fiesta de la Pascua claramente presenta a Jesús como nuestra Pascua (1 Corintios 5:7), el Cordero de Dios que fue sacrificado, y cuya sangre fue recibida y aplicada, para que la ira de Dios pasará de nosotros. Cuando el murió en la cruz fuimos fuimos lavados por Su sangre.
b. La fiesta de los Panes Sin Levadura se relaciona con el entierro de Jesús después de Su sacrificio perfecto, sin pecado, en la cruz, durante la cual Él fue recibido por Dios Padre como un santo y completo (el Santo que no vería corrupción, Hechos 2:27 ), completando de manera perfecta nuestra salvación.
Podríamos tener al entierro (o el guardar en una tumba) de Jesús como algo pequeño en el plan de redención de Dios; pero era algo esencial en el evangelio de Pablo: Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras. (1 Corintios 15:3-4)
c. La fiesta de las Primicias se relaciona con la resurrección de Jesús, quien fue el primer humano en recibir la resurrección; el primogénito de entre los muertos (Colosenses 1:18) y primicias de los que durmieron es hecho ... Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. (1 Corintios 15:30,23)
d. La fiesta del Pentecostés después de la Pascua , 50 días: conectado con el nacimiento de la Iglesia y de la “cosecha” resultante (Hechos 2); de manera significativa, en la ceremonia en la fiesta del Pentecostés dos panes sin levadura son mecidos como una ofrenda santa hacia Dios, hablando de traer a los gentiles “sin levadura” a la iglesia.
B) El segundo grupo de las últimas tres fiestas se relacionan con los eventos conectados con la segunda venida de Jesús.
a. La fiesta de las Trompetas habla de la asamblea final del pueblo de Dios al son de la trompeta – el rapto de la Iglesia (1 Tesalonicenses 4:16:17), y de la reunión de Israel para el propósito especial que Dios tiene para ellos en los últimos días.
b. El Día de Expiación no solamente habla de la expiación final y perfecta que Jesús ofreció por parte nuestra, sino también de la aflicción – y salvación – que Israel verá durante la Gran Tribulación.
En verdad será un tiempo cuando el alma de Israel será afligida, pero para su salvación definitiva; como Jeremías 30:7 dice en cuanto al periodo: ¡ Ah!, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado.
c. La fiesta de los Tabernáculos habla del descanso del milenio de la comodidad de Dios para Israel y todo el pueblo de Dios: todo se trata de paz y descanso, de inicio a final.
Los tabernáculos se dice específicamente que será celebrado durante el milenio (Zacarías 16:16-19).
La Iglesia primitiva no tenía el nuevo testamento, no tenían lo que nosotros tenemos hoy. Ellos no podían leer el nuevo testamento, porque ellos eran el nuevo testamento. Ellos vieron en Jesús el cumplimiento de las profecías:
1. La Promesa Cumplida
En el libro de los Hechos de los Apóstoles, leemos cómo los discípulos estaban reunidos en un lugar cuando de repente vino un ruido como de un viento impetuoso, y lenguas de fuego se posaron sobre ellos. Fue entonces cuando recibieron el Espíritu Santo. Jesús había prometido que enviaría al Consolador, y en Pentecostés, esa promesa se cumplió. El Espíritu Santo vino como un poderoso viento, llenando sus corazones y capacitándolos para la misión que tenían por delante.
“Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho. Esto no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros. Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? Antes, porque os he dicho estas cosas, la tristeza ha llenado vuestro corazón. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.”
S. Juan 16:4-11
El centro de la Iglesia, el nacimiento de la Iglesia, la realidad del Pentecostés fue el irrumpimiento del Espíritu Santo en el medio de esos 120 reunidos, y tu vida no va a cambiar si el Espíritu Santo no irrumpe en ti. No solo es una promesa cumplida, sino, un poder transformador cuando lo recibes en tu vida.
2. El Poder Transformador
El Espíritu Santo no solo vino como un evento histórico en Pentecostés, sino que también sigue viniendo a nuestras vidas hoy. Él es el poder transformador que nos capacita para vivir como discípulos de Cristo. Nos da dones espirituales, nos guía, nos consuela y nos fortalece. Sin el Espíritu Santo, nuestra fe sería como un fuego apagado. Pero con Su presencia, somos renovados y capacitados para llevar el mensaje del evangelio al mundo.
¿Qué le pasó a los 120? Fueron otros, fueron transformados, fueron completamente diferentes.
Necesitamos un poder transformados en nuestras vidas, en nuestras iglesias, un poder que nos haga salir de la comodidad y seamos bautizados y sumergidos en el Espíritu Santo.
3. El Fruto del Espíritu
El apóstol Pablo nos habla del "fruto del Espíritu" en su carta a los Gálatas. Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza son los frutos que el Espíritu produce en nuestras vidas. Cuando permitimos que el Espíritu Santo trabaje en nosotros, comenzamos a reflejar el carácter de Cristo. Nuestra vida se convierte en un testimonio vivo del poder transformador del Espíritu. Por eso, comenzaron a llamarse cristianos, porque se parecían a Cristo, caminaban como Cristo, hablaban como Cristo, tenían los mismos gestos. Empezaron a reflejar a Cristo en esta tierra, tienes que reflejar el carácter de Cristo al mundo.
4. La Misión Continúa
Pentecostés no fue el final, sino el comienzo. Los discípulos salieron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a predicar el evangelio en diferentes idiomas. La iglesia primitiva creció y se multiplicó. Hoy, nosotros también tenemos una misión. El Espíritu Santo nos capacita para ser testigos de Cristo en nuestro entorno, en nuestras familias, en el trabajo y en la comunidad. No estamos solos; tenemos el poder del Espíritu Santo para cumplir esta misión. No habrá un cambio, no habrá un avivamiento, hasta que no hablemos, lo que el Espíritu quiere que hablemos.
¿ Cómo podemos estar listos para abrir nuestro corazón al Espíritu Santo?
1-Oración y Humildad:
○ Comienza por orar sinceramente y pedir al Espíritu Santo que entre en tu vida. Reconoce tu necesidad de Su guía y poder.
○ Sé humilde y dispuesto a rendirte a la voluntad de Dios. El Espíritu Santo trabaja en aquellos que están dispuestos a escuchar y obedecer.
2-Estudia la Palabra de Dios:
○ Lee la Biblia regularmente. El Espíritu Santo ilumina las Escrituras y nos ayuda a comprender su significado más profundo.
como Juan 14:16-17 “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. Os he dicho estas cosas estando con vosotros. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
S. Juan 14:16-26 y Hechos 1:8. “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”
3-Confesión y Arrepentimiento:
○ Examina tu corazón y confiesa cualquier pecado o actitud que pueda estar impidiendo la obra del Espíritu Santo en ti.
○ Pide perdón y busca la restauración en Cristo.
4-Bautismo en el Espíritu Santo:
Creemos en una experiencia específica llamada "bautismo en el Espíritu Santo".
Esto es una experiencia separada después de la conversión inicial.
Ora para que el Espíritu Santo llene cada área de tu vida.
5-Cultiva una Relación Personal:
○ Habla con el Espíritu Santo como lo harías con un amigo cercano. Pídele dirección, consuelo y fortaleza.
○ Permítele que te guíe en tus decisiones diarias y en tus relaciones con los demás.
6-Fruto del Espíritu:
○ El Espíritu Santo produce fruto en nuestras vidas (Gálatas 5:22-23). Busca cultivar amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.
○ Permite que el Espíritu Santo transforme tu carácter y actitudes.
7-Perseverancia:
○ La obra del Espíritu Santo es continua. No esperes una transformación instantánea, sino busca crecer en tu relación con Él a lo largo del tiempo.
○ Ora constantemente para que el Espíritu Santo te guíe y te capacite.
Recuerda que el Espíritu Santo es un regalo de Dios para todos los creyentes. Ábrete a Su presencia y permite que Él te guíe en tu vida espiritual.
¿Qué papel juega el Espíritu Santo en mi vida diaria?
El Espíritu Santo desempeña un papel fundamental en la vida cotidiana de los creyentes. Permíteme compartir contigo algunas formas en las que el Espíritu Santo está activo en nuestras vidas:
1-Guía y Dirección:
○ El Espíritu Santo nos guía en nuestras decisiones diarias. Nos ayuda a discernir entre lo correcto y lo incorrecto, a elegir el camino que agrada a Dios y a evitar el pecado.
○ A menudo, experimentamos su dirección a través de una voz suave en nuestro corazón, una convicción interna o incluso a través de circunstancias providenciales.
2-Consuelo y Fortaleza:
○ El Espíritu Santo es nuestro Consolador. Nos consuela en tiempos de tristeza, soledad o dificultades.
○ Nos da fortaleza para enfrentar los desafíos de la vida. Cuando nos sentimos débiles, Él nos sostiene y nos anima.
3-Oración y Comunicación con Dios:
○ El Espíritu Santo nos ayuda a orar. A menudo, cuando no sabemos qué decir, Él intercede por nosotros con gemidos inefables (Romanos 8:26).
○ Nos conecta con Dios de una manera profunda y personal. A través de la oración, podemos experimentar una comunión íntima con nuestro Creador.
4-Transformación Interior:
○ El Espíritu Santo trabaja en nuestro corazón y mente. Nos moldea a la imagen de Cristo.
○ Produce fruto en nuestras vidas, como amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza (Gálatas 5:22-23).
5-Dones Espirituales:
○ El Espíritu Santo distribuye dones espirituales a los creyentes. Estos dones varían y pueden incluir la sabiduría, el conocimiento, la profecía, la sanidad, el servicio y otros.
○ Estos dones nos capacitan para servir a otros y edificar la iglesia.
6-Convicción de Pecado y Arrepentimiento:
○ El Espíritu Santo nos muestra nuestra necesidad de salvación. Nos convence de pecado, justicia y juicio (Juan 16:8).
○ Cuando respondemos a esta convicción, nos volvemos a Dios en arrepentimiento y fe.
7-Testimonio y Evangelización:
○ El Espíritu Santo nos capacita para ser testigos de Cristo. Nos da palabras y valentía para compartir el evangelio con otros.
○ A través de nuestras vidas transformadas, podemos mostrar al mundo el poder del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es nuestro compañero constante, nuestro guía y nuestro poder para vivir una vida cristiana auténtica. Invitalo a ser parte de cada aspecto de tu vida y experimenta su presencia transformadora.
La Entrada Triunfal de Jesús fue en semana Santa en Jerusalén, pero en el aposento alto en Pentecostés fue la Entrada Triunfal del ESPÍRITU SANTO EN MEDIO DE LA IGLESIA.
Y está disponible hoy para ti y para mi!
Invítalo a ser parte de tu vida diaria hoy y experimentarás una transformación total y eterna.
Pr. Wilder Duran
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